Cuenta la historia que hace más de 4 siglos el conde duque de Olivares (1587-1645), que en su época era válido del Rey Felipe IV, decidió gravar todo olivo plantado en Galicia con 4 reales para así “potenciar y favorecer” sus plantaciones de Sevilla. Esto llevó a que la elaboración no fuese rentable y se dejase de producir y plantar más olivos, llevando a su olvido. 4 siglos después el CSIC y a través de su Misión Biológica de Galicia ha empezado a recuperarlos, identificando hasta 20 variedades autóctonas diferentes.
El ansia emprendedora de unos pocos productores, el apoyo de algunos concellos como el de Quiroga y la financiación de proyectos a través de entes como la Fundación Juana de Vega está empezando a abrir el camino para que se empiecen a elaborar aceites con variedades autóctonas de olivares recuperados en Galicia.
Aunque la mayor parte de la producción se concentra en Ourense y Pontevedra también existen producciones en el Sur de Lugo y de A Coruña.
Las variedades principales utilizadas hasta ahora son brava y mansa, que tienen sabores muy intensos y distintos a todas las existentes, así como a características organolépticas muy particulares y que en este otro post de nuestra web os ampliamos.
En los siguientes links están 2 artículos que se han hecho eco de esta información en el diario El País y el The Times británico
Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra
Obviamente si quieres probar esta delicia centenaria solo tienes que comprarlos aquí en nuestra web